viernes, 17 de enero de 2014

¡UN APARCAMIENTO GRATIS, POR FAVOR!












No hace mucho, en el mes de Abril exactamente tuve que quedarme todo un día con un familiar ingresado en el Hospital de Jerez. No iba muy a gusto como la mayoría de las personas que por desgracia lo frecuenta, la preocupación por el familiar enfermo te hace desear que no pase un mal día pero yo, además llevaba un enfado de mucha categoría, sabía que por la noche cuando me fuera para casa y tuviera que pasar el tícket del aparcamiento iba a tener que desembolsar un buen pellizco de monedas, fueron nueve euros.

¿Por qué las personas que vienen enfermas al hospital o sus familiares ante la falta de un aparcamiento cercano gratuito (el del hospital siempre está lleno), deben utilizar el que ha sido instalado estratégicamente justo al lado y que además es privado y por lo tanto de pago? ¿Imaginan el gasto de los familiares que tienen que venir diariamente a quedarse con el enfermo todo el día?
El aparcamiento gratuito del hospital se ha quedado pequeño y la única solución si no tienen espacio para ampliarlo horizontalmente es hacerlo verticalmente, es decir construir uno subterráneo.
¿Dónde está el problema? ¿Es económico? Dejo esta pregunta al aire por si alguien me puede contestar.

Pero mi odisea con los aparcamientos no ha terminado por hoy. El otro día tuve que ejercer de abuela canguro por partida doble, sabiendo que me iba a ser difícil mantenerlos todo el día a raya, decidí llevármelos a la playa, no hay mejor sitio para que los niños se muevan a sus anchas sin hacer ningún estropicio. Después de toda una mañana de tirones de faldas y gritos de llamadas de atención conseguí hacer una tortilla, una macedonia de frutas, una papilla de pollo para el peque y algunos tentempiés más.

El recorrido hasta la playa en coche no fue muy tranquilo, cada vez mis deseos de llegar eran más fuertes, pero al fin llegamos. Había optado por ir a la playa de La Ballena porque siempre me ha gustado y es muy amplia para los niños pero éste verano era la primera vez que iba. El aparcamiento suele estar casi al completo, ésta calor nos pone a todos de acuerdo para darnos un buen remojón, pero yo encontré un sitio, ¡Ah!, pero cual fue mi sorpresa cuando me di cuenta de que habían puesto el indicador de aparcamiento vigilado por el O.R.A., no recuerdo exactamente pero creo que puedo acercarme mucho si digo que el precio estaba en 1,20 euros la hora de aparcamiento. ¡Dios mío, encima de la mañana que llevaba, iba a tener que gastarme unos 5 euros en aparcar!, pero claro, ¿quién se llevaba a los niños de vuelta sin que descargaran toda esa energía que llevaban?, con que tuve que quedarme y al volver a casa pensar que el hacer de canguro además me había costado el almuerzo, las bebidas y las patatas para los niños y cinco euros de aparcamiento, sin contar con las energías por los suelos.

Concluyo con una pregunta que me hago a misma, ¿es la instalación del O.R.A. una nueva estratagema para que las playas no se masifiquen con los pobres de a pie y sin embargo tengan amplitud los pudientes que sí viven a pie de playa?

(Escrito en julio de 2012)



Carmen Franco S. (Respetar autoría)

Imágenes descargadas de Internet




miércoles, 8 de enero de 2014

"DEBEMOS VIVIR LA VIDA"



¿QUÉ ES LA VIDA?















08/01/2014

"Germinar arropada entre órganos nutrientes; nacer en el abrazo materno de ojos brillantes por la emoción; crecer entre barrotes de madera y sonajeros, amigos y patines, profesores y ecuaciones; madurar con el amor y la pareja, la mirada y el roce, los hijos y la responsabilidad; gozar con la nimiedad, el mar y la flor, el paseo y un libro, el perdón y el cariño; decaer en la voluntad, la fuerza y la salud; morir para este mundo; RENACER".






Escrito por: Carmen Franco S. (Respetar autoría)

Imágenes descargadas de Internet


sábado, 4 de enero de 2014

En cada familia siempre hay personas que contribuyen al crecimiento de la misma, muchas veces a costa de ser señaladas por los menos osados.




¡A veces merece la pena ver películas en televisión aunque haya que armarse de paciencia con los anuncios! El largometraje norteamericano "La Boda" (The Wedding, 1998) es uno de esos contados casos, y no por exhibir a la exuberante actriz Halle Berry, sino por ahondar en la profundidad de familias que viven en la apariciencia a lo largo de varias generaciones a costa de su propia felicidad.

Si miramos alrededor, y en Navidad es un momento muy apropiado para ello, tristemente, en general, nos hemos acostumbrado a vivir manteniendo relaciones basadas en "lo políticamente correcto", la apariencia de crear un mundo perfecto, de puertas para afuera, como es el caso de citada película, se ha convertido en parte de la cotidianidad, lamentablemente.
Cuando somos niños, espontáneamente nos comportamos tal y como somos, pero según vamos creciendo, vamos pasando por un proceso de domesticación que en demasiadas ocasiones nos hace vivir interpretando personajes que nada tienen que ver con nuestra verdadera forma de ser. Llega un momento que "el personaje creado" puede usurpar nuestra verdadera personalidad y ni nosotros mismos lleguemos a ser conscientes de que hemos perdido el contacto con nuestra esencia.

Los padres tienen una labor fundamental a la hora de educar y fomentar que sus hijos sean ellos mismos, en lugar de la proyección de sus sueños, intereses y planes de vida. Pero si los padres no han recorrido el doloroso camino del autodescubrimiento, es imposible que puedan enseñar a sus hijos. En ese caso, serán los hijos los que tendrán que tener la valentía de romper "la cadena de montaje" en algún momento de sus vidas y luchar por ser ellos mismos "le pese a quien le pese". Siempre hay personas en todas las familias que "rompen los esquemas y patrones establecidos" para dar un salto evolutivo en el desarrollo de la historia familiar. Estas personas suelen ser juzgadas, señaladas y marcadas como "las ovejas negras", cobrando este color un matiz especial de purificación y de iluminación, en la sombra, para alcanzar un estado de paz interior que solo se consigue siendo honesto y consecuente con uno mismo.
El más difícil todavía para las personas que osan romper las creencias familiares establecidas es el no dejarse atrapar en los chantajes emocionales de otros, en sus limitaciones, en la utilización de la culpa para encerrarte en el redil y no permitirte volar. El miedo a dejar de ser querido, a perder la idea de pertenencia a una familia puede resultar absolutamente paralizador para aquellas personas que luchen contra corriente.

¿Dónde encontrar las fuerzas para atreverse a ser uno mismo por encima de las creencias e imposiciones de aquellos que dicen queremos, pero solo si hacemos lo que nos exigen? ¡Siempre dentro de uno mismo! La fuerza está en atreverse a "dejarlo todo para alcanzarlo todo" que decían Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. La luz está en tomar conciencia de que al fin y al cabo nos aferramos a ideas ilusorias de la Vida como son "la necesidad de pertenencia y el querer ser amados y aceptados por otros"... El individuo en realidad no pertenece a nada ni a nadie porque todo es efímero en la Vida, y el amor y la aceptación están dentro de cada cual. Si alguien no respeta tu libertad de elección, ni te ama ni te acepta, por tanto ¿por qué dar tanto valor a alguien tan pobre de Espíritu?...
A veces, algunos descubren tarde que desperdiciaron su vida interpretando papeles para ser aceptados al más alto precio, a costa de su libertad, dignidad y de su propia Vida.

Una margarita nunca fue creada para ser una rosa. No se puede esperar que un gato sea tan veloz como un león, eso lo sabe quien nos creó para ser tal y como somos. ¡Aceptémonos también nosotros mismos!

Escrito por: MARIA CICUENDEZ LUNA
Periodista, Maestra de Reiki (Usui, Shiki Ryoho), Terapeuta de sonido, Cristaloterapia y Esencias Florales (clases y terapias).