EN INTERÉS DE LA FAMILIA / REFLEXIONES

Es cierto que debemos reflexionar sobre si los métodos utilizados en el núcleo de la familia actual son los correctos.

Vivimos en una sociedad claramente marcada por las prisas y los beneficios materiales que equivocadamente excusamos como la mejor forma de conseguir que nuestros hijos no carezcan de lo esencial.

¿Pero que es realmente lo esencial para ellos?, creemos que concederles todo aquello de lo que en algún momento los adultos carecimos es lo correcto. Ahí comienza el error, o quizás ¿no fueron esas carencias las que marcaron nuestra personalidad y consiguieron que valoráramos más aquello que no podíamos tener?

Hoy día con el estrés provocado por el exceso de trabajo ante las ansias de poseer más para ser más felices lo único que conseguimos es la infelicidad de una mala calidad de vida familiar.

Un coche estupendo que tenemos que dejar en el garaje para que las inclemencias no lo estropeen y que nos impide ir de merienda al campo con la familia es un ejemplo de la estupidez humana y de la paradoja que es tener y no utilizar o disfrutar.

Lo mismo pasa con la familia, vivimos deseando formar una familia, intentamos conseguir el mejor trabajo para lograr un perfecto nivel social en el que establecer esa familia y cuando lo tenemos todo, lo desaprovechamos.

Este tipo de familia consigue la desestructuración de valores como: la honestidad, la paciencia, el reconocimiento de los valores ajenos y la intercomunicación, algo esencial en las relaciones familiares para inutilizar los motivos que empujan a los hijos e incluso a los padres a vivir situaciones a veces insostenibles para todos.

Escrito por: Carmen F.S.

Imágenes: extraidas de Internet